Hace unos días leí con atención el interesantísimo artículo que escribió @palomitasenlosojos sobre lo que significa ser padre y cómo (no) nos expresamos en las redes en nuestra nueva situación como cuidadores. Como padre primerizo, cuidador principal de baby y persona interesada en las intersecciones cuidados-feminismos-masculinidades-etc., quería escribir sobre mi experiencia y mi visión de algunos temas de los que habla, más que responder a lo de Nacho, que creo que tiene razón en prácticamente todo lo que escribe (y que lo ha escrito maravillosamente… sí, soy FAN).
Por mi parte:
- Las redes son, claramente y en la mayor parte de los casos, una “selección” de nuestras vidas (o para algunos quizás una reinvención). Nadie pregunta tampoco qué hacer cuando se te rompe la lavadora o si se te quema la comida que estabas haciendo. Las miserias de la vida cotidiana (que no de La Vida) están generalmente bien tapaditas en las redes sociales. La sabiduría sobre el cómo sobrellevarlas está en otros sitios, diría.
- Si los saberes principales sobre cuidados son de mujeres, vienen desde lo femenino y lo madre, etc., pues bienvenidos sean así. También creo que ha de formar parte del aprendizaje de cuidar. Me lo tomo como aprender un idioma para leer textos que están en ese único idioma. Tanto en redes y webs como en la guardería o el parque, da igual. Ellas lo han hecho y lo hacen continuamente, y no pasa nada.
- En cuanto a mi identidad como cuidador, también siento que mostrar mi faceta como padre dedicado a los cuidados, no sé por qué, es darme una importancia en algo que se ha hecho siempre que no creo que tenga por qué tener. Creo que para mí es mejor vivirlo desde cierta humildad. Mi papel como cuidador principal (más horas dedicadas) en la pareja es totalmente excepcional, soy consciente. La mayor parte de las madres de mis TL, y más allá, no hacen un mundo de ello. Cuidar no es El Drama. Es más bien La Vida, sin más. Creo que, al igual que ha pasado con el reciente #cuéntalo tras la sentencia sobre La Manada, tengo mucho que escuchar y leer, mucho que aprender y poco que decir por ahora.
- A los hombres que nos toca cuidar y que no tenemos apenas referentes (incluso a los que no lo hacen por ahora): no se puede elegir, así que hagámoslo, sin más, escuchemos a las mujeres de nuestro entorno para aprender y afilemos los sentidos para llegar a todo, para estar en todo. También en observar a los padres que tenemos alrededor y que puedan necesitar una mano o un consejo. Me da que ellas hacen eso sin mucha historia, y creo que aprender de lo madre es lo mejor que nos podría pasar en estas circunstancias. Por mi parte creo que ya habrá tiempo más adelante para reflexionar sobre todo ello. Cuando haya tiempo!
- La “experiencia padre” ha sido realmente transformadora en muchos sentidos. Por un lado, ha puesto a prueba mis relaciones personales más cercanas, principalmente con la pareja y con la familia. Por otro, el baby busca mis límites, y los suele encontrar en el yogur volador de la mañana o en la hostia a mano abierta en toda la jeta mientras le pones la ropa cuidadosamente. A veces es duro reconocer que uno tiene esos límites. También te sorprendes mucho de cómo actúan conocidos/as y amigos/as, y cómo respondes tú a esas formas de ser: gratitud eterna y ganas de llorar solo con pensar en aquellos/as que se ofrecen a echar una mano y que están más o menos a tu lado, que lo viven contigo; más y más indiferencia hacia el resto. Como creo que me pasaría en cualquier otro capítulo más de La Vida.
Hay mucho que pensar y repensar sobre el tema. Durante estos años he tenido muchas conversaciones sobre cuidados en Twitter y siempre han sido enriquecedoras, aunque no llegáramos a ningún consenso en ellas (no hacía falta). Pero ahora mismo creo que me toca en mayor medida hacer y aprender, ni más ni menos.
